Inicialmente, pelar y trocear los plátanos para facilitar que luego se trituren más fácilmente.
Lavar bien los arándanos con agua fría.
Añadir a la batidora o licuadora la leche de almendras, los arándanos lavados, los trozos de plátano y una pizca de estevia. Batir hasta conseguir la textura deseada, que irá un poco al gusto de cada persona: más líquida o más espesa con trocitos de fruta.
Servir en un vaso individual y decorar con unas hojas de menta fresca que, además, aromatizarán el smoothie.
¿Cómo hemos conseguido este smoothie DULCE?
Combinando plátanos maduros, leche de almendras y estevia.
Si prefieres que el smoothie no esté tan dulce, sustituye la leche de almendras por leche de soja; escoge plátanos no tan maduros sino tirando a verdes; y prescinde de la estevia para endulzar.