Batir las claras a punto de nieve, con batidora o a mano, como quiera cada uno. Por otro lado, añadir la pizquita de estevia al yogur y unas 10 gotas de aroma natural de vainilla. Batir todo bien.
La parte más delicada consiste en ir añadiendo las claras de huevo al yogur pero poco a poco: cucharada a cucharada para no romper la estructura de las claras. Una vez añadida toda la cantidad, remover muy poco y suavemente y reservar en el congelador, durante una media hora más o menos.
Por otro lado, en un cazo pequeño, añadir una cucharadita de café de cacao desgrasado, 3-4 gotas de aroma de vainilla, una pequeñísima cantidad de estevia y 6 cucharadas soperas de leche de soja. Calentar a fuego lento durante unos minutos mientras se va removiendo.
En el momento de servir, sacar el bol del congelador, emplatar y echar suavemente por encima el chocolate caliente.
Nota: en ocasiones, para conseguir unas óptimas claras a punto de nieve se suele añadir un poco de sal, en este caso no se aconseja porque no combina bien con la estevia.